La Navidad ya está a la vuelta de la esquina. En la mayoría de hogares los próximos días se llevarán a cabo las tradicionales comidas y cenas familiares, y los niños vivirán con ilusión la llegada de Papá Noel y los Reyes Magos. Pero en algunos casos, la situación será compleja. Muchas familias deberán enfrentarse a la primera Navidad sin la presencia de algún ser querido.
El duelo y las celebraciones navideñas son dos términos difíciles de aunar. Lo que tendría que ser un momento para el disfrute puede convertirse en un momento doloroso. La ausencia de la persona fallecida puede generar sentimientos de nostalgia e, incluso, de culpa, por estar viviendo el momento por su ausencia. Encontrar la forma adecuada para pasar el trance es, pues, algo fundamental para muchas familias.
“La Navidad es una de las celebraciones más importantes de nuestra sociedad. A su alrededor se genera un ambiente festivo, que puede tener un efecto muy doloroso cuando hemos perdido alguien, puesto que nos recuerda, todavía más, que la persona estimada ya no es con nosotros”, explica Inma Ferrer, médico y máster en ‘Counseling’ de duelo y pérdidas.
¿Cómo sobrellevar el duelo en Navidad?
El duelo es una respuesta emocional que se produce tras la pérdida de un ser querido. La llegada de una época de celebraciones como la Navidad puede hacer que el combo de sentimientos y sensaciones se acentúen. “Los recuerdos y las emociones están muy presentes y resulta complicado combinar dos términos como la alegría y la nostalgia. Cuando te encuentras en un proceso de duelo, parece que durante estos días pierdas todo lo que has avanzado”, afirma la experta en duelo.
Existen diferentes estrategias para sobrellevar el duelo durante la Navidad. Pero lo más importante es comunicar con el entorno la situación. “Es positivo que la persona que vive el duelo pueda compartir lo que le resulte complejo con las personas más próximas, puesto que será con quienes pasé la Navidad. De esta forma, la persona no tiene que hacer un sobreesfuerzo y podrá llevar a cabo las celebraciones de forma más soportable”, asegura Ferrer.
La experta apunta a que las circunstancias importan. En función del vínculo que se tuviera con la persona fallecida y la forma de llevar a cabo las celebraciones, los momentos difíciles pueden variar. “El momento de sentarse a la mesa, es cuando puede ser más evidente la ausencia de la persona fallecida. En el caso de la muerte de un menor, el día de Reyes puede ser especialmente difícil”, explica.
Respecto al papel jugado por el entorno, la Ferrer asegura que el acompañamiento es la clave. “Debemos ser conscientes, pacientes y comprensivos con su dolor. No hay que ejercer presiones para que lo supere rápido. Hay que acompañar, aceptar y entender”, apunta la experta.
Fuente: elperiodico.com
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