Aunque hay personas que disponen de menor capacidad de afrontarla, con una serie de herramientas es posible hacerle frente de forma efectiva
La frustración es una de las sensaciones más comunes que pueden padecerse a diario, en esencia se trata de ese sentimiento, a caballo entre la angustia y la decepción, que se experimenta cuando algo no sale como se esperaba o se había planeado. No obstante, ante esa circunstancia hay personas que cuentan con una mayor tolerancia que otras para combatir la frustración.
Aquellos individuos que no cuentan con herramientas suficientes para hacerle frente pueden padecer consecuencias que afecten a su día a día. Una de ellas es la tendencia a abandonar proyectos prematuramente, tan solo por el estrés que les genera el toparse con problemas o situaciones que vayan contra sus planes. También es frecuente que sufran de ansiedad y que, para evitar todo esto, rehúyan de ciertas situaciones y dejen escapar oportunidades. Sin embargo, esta actitud se puede cambiar.
Consejos para mejorar la tolerancia a la frustración
El miedo al fracaso, la desmotivación, un alto nivel de estrés o la incapacidad de afrontar conflictos son las principales características de una persona que presenta baja tolerancia a la frustración. Pero es posible mejorar, tan solo hay que contar con las herramientas adecuadas para ello.
5 claves para manejar mejor la frustración
1
Aceptar que los errores son un aprendizaje. Todo proceso, proyecto o iniciativa está abierto a presentar errores y fallos, pero eso no quiere decir que sea un fracaso. La actitud adecuada para gestionarlos consiste en ser consciente de que de ellos se pueden obtener enseñanzas para mejorar y continuar avanzando.
2
Plantearse metas realistas. Una de las causas más comunes de frustración consiste en no lograr alcanzar los objetivos que uno se ha propuesto, pero a menudo pasa que estos son irreales. A la hora de plantearse metas será fundamental asegurarse de que son lógicas y asumibles.
3
Desechar creencias irracionales. A menudo la mente se ve asolada de pensamientos negativos que se acaban convirtiendo en una autentica tortura. Pero, ¿qué tienen de reales o lógicos? Estos habrá que identificarlos y descartarlos.
4
Nadie se salva de cometer errores. El ser humano no es perfecto y nadie está libre de meter la pata en alguna ocasión. De modo que hay que verlo como algo normal y de lo que no hay por qué avergonzarse. A todo el mundo le sucede en algún momento.
5
La frustración es un sentimiento natural. Del mismo modo que es necesario comprender que los fallos son naturales, también hay que ser consciente de que la frustración es algo normal. Sentirla no significa sufrir una derrota o ser una persona de mente débil. La clave consiste en no dejarse llevar por ella y su negatividad, sino mantener un pensamiento racional y realista que ayude a superarla y seguir avanzando.
Fuente: lavanguardia.com
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