Nunca es tarde para empezar la vida que siempre quisiste tener
El psicólogo Tomás Navarro explica en este artículo por qué debemos aprovechar el tiempo que nos queda para hacer lo que siempre quisimos hacer, una de las claves que cuenta en su libro ‘Piensa bonito’, cuyas principales ideas comparte cada 15 días en ABC Bienestar.
A menudo me encuentro con personas que están viviendo una vida que no les corresponde. De hecho, a menudo el origen de todos sus problemas, de su ansiedad, de su tristeza, de su insomnio o de su adicción al alcohol no es otro más que el haber renunciado a su vida.
Sea por miedo, por comodidad o por interés, cuando sacrificas tu vida, no dudes que acabarás pagando un peaje muy elevado.
No pasa nada. A veces no somos conscientes de que hemos renunciado a nuestra vida. A veces no vemos claro qué otra vida podríamos vivir y a veces, simplemente, no tenemos recursos para definir una vida que merezca la pena ser vivida.
Pero para algunos afortunados, la vida, de repente, les sorprende con algo inesperado que les provoca una profunda reflexión y una transformación vital.
A veces es la muerte de un ser querido, a veces un diagnóstico fatal, a veces un giro en el guión, pero siempre, sin duda, ese ‘plot twist’ o giro de la trama es bienvenido. Pero si quieres un consejo, no esperes a tocar fondo o a que sea demasiado tarde.
A veces algunas personas incluso ante ese duro golpe de realidad, creen que ya es demasiado tarde para vivir su vida. Mira, que no te des cuenta, vale… Pero que te des cuenta y no hagas nada, ya no… Nunca debería ser demasiado tarde. El tiempo perdido no volverá jamás y por eso mismo no podemos seguir perdiendo ni un solo segundo en lamentarnos por la vida que no hemos vivido.
Si te sientes identificado tengo que animarte, encarecidamente, a que pienses bonito y a que aproveches el tiempo que te queda. No hemos venido aquí a tirar la toalla, ni a lamentarnos de la mala suerte que tenemos. Después de 25 años de experiencia como psicólogo tengo que decirte que hemos venido aquí a vivir. Vivir tan intensamente como podamos. Sin dejar nada para mañana. Aprovechando cada segundo de este precioso regalo que es la vida.
Nunca debería ser demasiado tarde para vivir una aventura, para recuperar la espontaneidad o para tomar tus propias decisiones. Pensar bonito te ayuda a vivir bonito. Nunca debería ser demasiado tarde para volver a empezar, para perderte y para reencontrarte de nuevo.
Perderse para encontrarse
¿Quién no se ha perdido alguna vez? Es más, yo a menudo me pierdo expresamente, buscando nuevos horizontes, nuevas vidas, nuevas ilusiones. Tan solo encontraremos nuevos caminos si somos capaces de alejarnos del camino conocido. Sal del rumbo preestablecido para poder alcanzar nuevos destinos, nuevos amores, nuevos retos.
Explora la vida, explora tu vida, descubre tus valores y descubre tus talentos. Conecta con tu esencia más bonita y disponte a disfrutar de una vida bonita en la que tú serás el protagonista.
Quizás has ido perdiendo amigos por el camino, concretamente aquellos que no les gustaban a tus padres, a tu pareja o a tu absorbente amigo tóxico. No pasa nada, nunca es demasiado tarde para reconectar con ellos o incluso para hacer nuevas amistades. No temas a la soledad, no dejes pasar las horas en silencio, sal ahí fuera a celebrar la vida, una vida bonita, en compañía de personas bonitas.
Nunca debería ser demasiado tarde para pedir perdón. A veces nos equivocamos. Errar es humano, pero seguir cargando con los errores del pasado no. Rectifica, perdónate, contextualiza lo que ha pasado y sigue con la cabeza bien alta. No dejes que el orgullo te ciegue. Perdona, pasa del odio y céntrate en vivir una vida bonita, digna de ser recordada.
Tengo un último consejo para ti. No tardes en empezar a vivir tu vida bonita. De repente nos damos cuenta de que hemos vivido, pensado y sentido como hemos podido y que posiblemente no era la mejor manera, ni la más buena, ni la más bonita, ni tan solo la más acertada.
Fuente: abc.es
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